Ahora, leyendo la crónica y recordando esos días en las unidades de Neonatología, pienso que nunca unos gramos supusieron tanto en mi vida, hasta que nació Ariadna.
Recuerdo que de los 1459 gr con los que nació, se quedó en 1360gr creo recordar, porque cuando yo la conocí estaba en 1400gr de nuevo, en esos días, una subida de 4 gramos era todo para nosotros, era saber que mi niña estaba asimilando bien la leche, que no tenía problemas, que pronto estaríamos en casa, pero también hubo un día recuerdo que fue del miércoles 28 al jueves 29 de abril que bajó de golpe y porrazo 44gr, ese día el mundo se me vino abajo, no me podía creer que mi hija hubiera perdido tanto en un sólo día, lloré, pataleé, mis amigos y mi familia que estaban allí, intentaron calmarme y no pudieron, hasta que llegó la enfermera y me dijo que la TA estaba en 17/10 que me calmaba o me tenían que bajar de nuevo a la URPA, eso me hizo ponerme peor, me dieron varios calmantes y así me dormí, llorando como una niña chica y sintiéndome incomprendida, creía que nadie entendía mi dolor, pero todo se supera y así mi niña fue poniendo peso día tras día, había algunos que no ponía nada o incluso bajaba, tengo la tabla de su crecimiento desde que salí de alta en el calendario de mayo de 2010.
Llegó a tal punto la observación que le hacía a mi niña que, aunque sólo hubiera puesto 3gr lo sabía, las enfermeras lo flipaban porque antes de que me dijeran el peso, yo ya se lo había dicho, y es que sólo 3gr que no son nada, en estos niños se nota como si fuera medio kilo.
Así que, papis, fijaros en vuestros bebés y enseguida os dareís cuenta de cómo están.
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